EL DIABLO NO QUIERE FOTOS

Esta es la silla que el Diablo no quiso ocupar.

A continuación me tomo el atrevimiento de redactar una breve crónica de como viví la experiencia de estar cara a cara con el criminal más antiguo y peligroso de la cárceles de Córdoba..

MARTES 8 DE ABRIL.
14:50: Después de que nos pintaran los dedos, nos requisaran, perdieramos nuestra identidad para pasar a ser un número en un pedazo de madera que no debíamos perder, y dejar en el camino dos puertas de rejas a nuestras espaldas...un olor fuerte y raro nos dió la bienvenida en un sala de la penitenciaría. Dos sillas enfrentadas eran la escenografía del lugar.

15:45: A lo lejos vimos venir a un hombre alto, canchero en sus movimientos, saludando a los gritos al personal, CASOS POLICIALES 15 enrrollado en su mano derecha y dos guardiacarceles a su costado que en ese pasillo de 20 mts de largo "sufrieron" dos o tres diariazos en sus espaldas.

15:46: Carmona saluda, nos da la mano. No va a sentarse durante toda la charla. Tiene el pelo largo, barba de tres días, musculosa blanca, pantalones vaqueros marrones y zapatos de gamuza con cordones. Es igual a un reo de las películas yankees. Su figura no demuestra tristeza ni odio. Erguido y seguro dominará la situación durante los siguientes 40 minutos.

15:50: Con tono cínico y amable a la vez, que lo mantendrá durante todo el encuentro, nos dice que no va a hablar. Tiene sus razones. El domingo Dante las contará de mejor manera.

15:56: Con calma muestra su enojo por el diseño de tapa de CASOS POLICIALES 15. Por dentro tengo orgullo de que mi diseño haya enojado al Diablo. Por fuera mi rostro muestra sorpresa. Carmona tiene la virtud de no generar un clima de miedo, él no vino a asustarnos. Pero Carmona si genera respeto. El diablo dice que esa tapa miente. Luego reconoce que sí, que en un acto de cobardía mato a Gabriela Ceppi. Pero que no la violó o si... él juega todo el tiempo con la ambiguedad de su discurso.

16:02: Tengo la cámara de fotos prendida apuntando disimuladamente a Carmona. Quiero una imágen. Gatillo una vez. Carmona interrumpe su diálogo con Dante. Me apunta con el suplemento de Casos que lleva en la mano y me dice con voz firme pero amable "No estas sacando no?". Dejo la camara en la mesa. EL DIABLO NO QUIERE FOTOS, EL DIABLO NO DEJA QUE LO GRABEMOS. EL DIABLO SE VINO A DISCULPAR DE HABERNOS CITADO.

16:30: La cara de Dante muestra frustación. Durante 40 minutos ha tratado de convencer al Diablo de que hable, que use su derecho a replica. Carmona es cínico y amable a la vez. Roberto Carmona ha usado durante 40 minutos la única libertad que le queda tras 22 años de encierro. La libertad de decidir hablar o no hablar. Ese es su poder.

16:35: Nos saluda. Se retira como una estrella. Dice que se va a hacer gimnasia a su celda.
Quedamos en silencio, haciendo conjeturas internas del mensaje de este criminal.
Las sillas vacías, que eran la escenografía del lugar, son el símbolo de nuestro estado emocional.

16:50: Estamos en la playa de autos del Penal. Nos reimos de nervios y bronca. Hemos perdido la oportunidad de hablar con el Diablo. Él lo decidió.

MIÉRCOLES 9 DE ABRIL.
19:13: El celular de Dante suena en la redacción de Día a Día. Llamada anonima dice en el identificador. Dante atiende. Del otro lado del celular una voz cínica pero amable dice "quiero hablar".